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sábado, 7 de agosto de 2010

CAPITULO 14

-Bebiste sangre de un tigre-dijo Esteban-te felicito, al parecer funciono, pero no te confies, puedo apostar a que tarde o temprano vas a desear sangre humana, pero no lo suficiente como para matar a alguien.
En ese momento me sentia mas fuerte que nunca, me levante del sofa y Adler fue detras de mi, comence a correr por todo el campo a la velocidad de la luz, detras de mi se formo una carabana de vampiros corriendo, Alec me alcanzo y me dedico una mirada desafiante, corrimos y le gane a Alec.
-No es justo-dijo Alec con cara de reproche-yo te iba ganando, hiciste trampa.
Entramos a la casa y Adler me tomo la mano de nuevo.
-¿Quieres subir a mi habitacion?-pregunto
-Claro-le respondi
Subimos por unas escaleras de marmol que daban al segundo y seguian a un tercero, nos quedamos en el segundo y fuimos a una harmosa puerta ornamentada que tenia unas letras que parecian ser muy antiguas.
Entramos y nos encontramos con una enorme habitacion, una de las paredes estaba llena de cds y tenia un gran equipo de sonido, otra tenia toda clase libros y en otra estaban varios afiches de bandas de rock, eran bastante antiguos, en el cetro habia una enorme ventana, y debajo de ella una cama enorme, con un color cahoba oscuro y ornamentada, junto a la cama habia un buro del mismo color y con una lampara encima. Tambien habia un escritorio con varios papeles encima y un gran sofa blanco.
Adler me guio a la cama y nos sentamos alli.
-¿como te sientes?-pregunto
-Bien, es solo que puedo oir una ardilla en un arbol-respondi, Adler se rio y me miro a los ojos.
-Ese color de ojos, gris, no lo tienen todos los vampiros...-dijo con lentitud-solo los que son realmente especiales- mientras decia esto me puso una mano en la mejilla y acerco su rostro a mio, me beso, y yo respondi, terminamos abrasados sobre la cama, yo ya estaba hiperventilando cuando el se detuvo.
-Debo llevarte a casa, son las 5:00am-dijo mientras me alzaba en brazos y se paraba en un abrir cerrar de ojos de la cama. Me saco del cuarto y bajo las escaleras.
-Hasta luego-dije mientras el pasaba al lado de la sala de estar, donde estaban todos, salimos y en un abrir y cerrar de ojos estabamos frente a mi casa.
-Debo irme linda-murmuro Adler.
-No quiero que te vayas-dije mientras lo besaba, el respondio pero se detuvo al poco tiempo.
-Vamos entra-dijo
-¿te vere mañana?
-Claro, mañana entro a estudiar.
Me puso en el suelo y desaparecio en la oscuridad, yo abri la puerta de mi casa , y entre sintiendome plenamente feliz ientras pensaba en Adler y su familia de VAMPIROS.

viernes, 6 de agosto de 2010

CAPITULO 13

Senti que todo a mi alrededor desaparecia, dejandome sumida en un intenso sopor. Sentia que flotaba, no sentia mi cuerpo, era como si este ubiera desaparecido de repente, dejando solo un vacio.
-¿Marti?-pronunciaba una y otra vez una voz que me sonaba muy lejana.
Poco a poco fui recobrando la conciencia de mi misma y reconoci la voz, mas bien las voces, eran Adler y Alec los que gritaban una y otra vez mi nombre.
En cuanto abri los ojos ambos soltaron un largo suspiro de alivio, ambos tenian sangre en toda la cara y yo no podia entender porque.
-Crei que te habias muerto-grito Alec mientras me abrazaba tan fuerte, que crei que me iba a romper las costillas. Cuando Alec dejo de abrazarme, comprendi que era la sangre en su cara, eran lagrimas, si, los vampiros lloran lagrimas de sangre.
-No estoy muy lejos de eso-dije.
-¿Como te sientes?-pregunto Adler con cara de preocupacion.
-No muy bien, no siento mi cuerpo y tengo la vista borrosa-dije
-Bien, intenta pararte-dijo mientras se incorporaba y me ofrecia su mano. Yo la tome y me pare con dificultad, tenia problemas para mantener el equilibrio, asi que Adler paso uno de mis brazos por encima de sus hombros para mantenerme en pie.
-Vamos, entremos en la casa, tenemos que hacer un experimento para saber si esto funciono-dijo Esteban cuya presencia no habia notado.
Mire hacia la casa, estaba a mas o menos 3 kilometros de distancia, concentre todas mis fuerzas en caminar hacia la puerta trasera, y por un segundo senti que volaba y de repente estaba de frente a la puerta trasera de la casa, Adler ya no me sostenia y yo estaba de pie mirando a un monton de vampiros boquiabiertos situados a tres kilometros de distancia, que yo habia atravesado en menos de un segundo.
Perdi el quilibrio de nuevo y comence a caer, pero antes de quedar estampada contra el piso unos brazos me alzaron, mire hacia arriba y, obviamente, era Adler quien me cargaba.
-Creo que tienes sed-dijo lentamente
-Si, ¿me das un vaso de agua por favor?-respondi yo
-No me refiero a ese tipo de sed-respondio
Entramos a la casa y los demas nos siguieron, Adler no acepto bajarme hasta que llegamos a la estancia y me deposito cuidadosamente en un mueble, se sento a mi lado y Alec al otro. En frente de mi habia 2 vasos blancos con pitillo, el interior era dificil de ver, pero el olor que llego hasta mi fue exquisito, de repente me senti hambrienta.
-Marti, en estos vasos hay... sangre, eres un vampiro y necesitas tomarla, por que sino, moriras. Aqui tenemos 2 tipos de sangre, un vaso contiene sangre de un depredador, y el otro contiene sangre humana que hemos traido del banco de sangre.-me explico Esteban.
-Acercate a los vasos, el que te parezca que te sabra mejor, tomalo-me indico Alec.
Acerque mi nariz a los vasos, olfateando, un vaso olia a hierro y no era para nada apetecible, mientras que el otro, era extremadamente delicioso, tome el vaso que contenia la sangre que olia bien, comence a beber y senti como mis colmillos de alargaban, senti algo raro en mis ojos, pero no queria abrirlos ni parar. Cuando acabe puse el vaso a un lado y levante la mirada, todos me miraban asombrados, mire a Adler en busca de una explicacion, el me miraba con esa misma cara de sorpresa.
-Tus... tus ojos-atino a decir. Mire a Esteban, que ya tenia un espejo en la mano, me lo lanzo y lo atrape, cuando vi mi reflejo yo tambien me sorprendi.
Tenia los ojos grices en ves de cafes, mi piel estaba mas blanca de lo normal y mis labios, normalmente rosados, tenian un inusual color rojo.
Baje al espejo y mire a Esteban, un poco nerviosa por saber que sangre habia bebido.
-Marti, bebiste sangre de...

jueves, 5 de agosto de 2010

CAPITULO 12

Cuando entre a la cas de Adler me lleve una gran sorpresa, aparte de Esteban y Alec habian 4 personas mas, en cuanto cruzamos la puerta todas las conversaciones se detuvieron y se dedicaron a mirarnos fijamente. El primero en romper el incomodo siencio fue Alec, que se habrio paso entre la gente y avanzo hacia mi, me abrazo y dijo.
-Hola, ¿como estas?
-Creo que algo nerviosa-dije mientras trataba de poner una sonrisa en mi rostro.
-Quiero presentarte a algunas personas-dijo Alec mientras me tomaba de la mano libre mientras me arrastraba hacia los deconocidos-. El es Burke
-Hola, ¿que tal?-respondio el chico alto, de piel palida, de fijura esbelta y musculosa, con una deslumbrante sonrisa, ojos verdes, cabello de color dorado que le caia en un corte entre corto y largo.
-Mucho gusto, Marti-respondi, dije mientras Alec ya me arrastraba hacia otro lugar.
-Este es Cooper-dijo Alec, poniendome en frente de un chico de mas o menos 16 años, de piel morena, un poco mas alto que yo, con los ojos verdes y el cabello negro desordenado en un corte algo largo.
-Es un gusto conocerte-respondio Cooper, sonriendo.
-El gusto es mio-respondi por encima de mi hombro, ya me estaban arraztrando de nuevo.
-Este es Baldwin-dijo Alec
-Es un gusto-dijo Baldwin, un chico alto, de piel palida, con el cabello negro y los ojos del color de la miel, labios rosados, curvados en una sincera sonrisa de bienvenida.
-Es un placer conocerte-respondi.
-Y ella es Lindsay, la esposa de Esteban-dijo Alec soltandome la mano.
-Hola, tu debes ser Marti, Adler no para de hablar de ti-dijo una mujer de mas o menos 27 años, de cabello rubio y ojos castaños, de contextura menuda y fragil
-Hola, ¿que tal?-respondi yo. Mire atras en busca de Adler y me di cuenta de que yo aun me aferraba firmemente a su mano y que lo habia arrastrado conmigo atraves de toda la estancia, me sonroje y baje a mirada, a lo que todos respondieron con risas disimuladas.
-Se nos hace tarde-murmuro Adler aun riendo por lo bajo.
-Tienes razon- dijo Esteban y de repente todos se pusieron serios.
-Vamos al patio trasero-dijo Alec, tomando de nuevo mi mano y arrastrandome al patio, esa vez tampoco solte a Adler.
Todos salimos y formaron un circulo alrededor de Adler, Alec y yo. se sentaron y Adler solto mi mano, al tiempo que Alec me tomaba fuertemente por las muñecas.
-Podrias reaccionar mal y no queremos que ataques a nadie-me explico
Adler se ubico a mi espalda y giro me cabeza hasta dejar mi cuello al descubierto, aparto mi cabello y puso sus labios en mi cuello.
-¿Estas lista?-pregunto
-Si-respondi.
Adler me mordio y el dolor que senti fue tan intenso que me hizo caer de rodillas, Adler no se despego de mi cuello, en cambio, cayo conmigo, no estaba succionando mi sangre, pero si estaba metiendo en mi su ponzoña. Grite tan fuerte que no me pude oir a mi misma.
Despues de un rato de intenso dolor Adler me solto y me acosto en la tierra humeda, yo tenia los ojos cerrados y no me atrevia a abrirlos.